Musa.
Yojimbo. 1961. Japón. 110min. Encandilado escena tras escena.
Adiós al feudalismo. Comienza el capitalismo en Japón. Este peliculón comienza situando la época pero sin especificar fechas. Es la época en que los hombres (las mujeres son meros recipientes) tienen ilusión por la riqueza: cambian el trabajo por el juego, el sudor por el azar, la espera de las estaciones por la inmediatez de las apuestas. Es la época en que los hombres (las mujeres bailan cuando lo dicen los hombres) son libres porque pueden empuñar armas y servir a quien quieran, pueden matar por lo que quieran y por quien quieran; el honor es más contingente que antes, las traiciones están a la orden del día y los hijos ya no hacen caso a los padres (ni a las madres)... aunque cuando los padres son los poderosos en la familia puede pasar cualquier cosa, el poder gusta a padres, a madres (alguna mujer puede tener algo de importancia, sus armas son diferentes pero sobretodo, las mujeres se vinculan durante todo el peliculón a la familia y al sexo y la familia que dispone de mujeres tiene sexo, o sea, tiene poder), a hermanos, a hijos... y a vecinos.
¿Qué coño tiene el dinero? ¿Tan ingenuos son los putos seres humanos que se creen poderosos y quieren controlar los actos de los demás seres humanos? ¿Siempre se ha pretendido reducir la vida humana al placer y a la tranquilidad-facilidad del día a día? Yojimbo nos muestra que suele haber de todo.
La fuerza gana y las armas de fuego son las más fuertes de la época, conclusión: el que tiene armas de fuego se puede hacer con el territorio más fácilmente. Pero esta conclusión ¿es la que ocurre en la película?. No voy a desvelar el final de la película, sólo recordar que:
1- es una película y por tanto no tiene que acabar como una historia real ni lógica;
2- es una película de tránsito, es una interpretación del paso de una época a otra y por tanto el director-productor-guionista nos puede contar lo que quiera del tránsito;
3- la historia del ser humano está llena de microhistorias que la desarrollan...
y 4- cada persona puede interpretar y transmitir lo que quiera sobre cómo con las microhistorias se pasa de una época a otra.
El asunto que más me impactó de la película fue el simbólico: los personajes se determinan por gestos, acciones y diálogos directos; y el lugar, bua, el lugar está lleno de detalles, de costumbres, de recursos básicos y de obsesiones transversales que caracterizan la época. La puta caña. El tipo de peli que te da una visión antropológica del ser humano; ¿cuántas formas de vida atraviesan al ser humano?
El guión se sale por todos los lados pero como ya había visto Por un puñado de dólares no me impactó demasiado. En ambas películas los mismos personajes conducen las mismas historias que tienen los mismos giros pero en diferentes contextos. Yojimbo es de 1961 y Por un puñado de dólares es de 1964. La segunda película es la que plagia y esto tuvo consecuencias legales a favor del creador de la primera.
El personaje principal lo clava, eso sí, no he conocido a una persona así en mi vida y no puedo saber si lo está clavando o se lo está inventando sobre la marcha. Cinematográficamente queda de lujo total.
La vi en v.o.s. y es tremendo como hablan los japoneses, todo seco y a golpes, categóricos; las cosas son como son y poco más; prefieren la acción a la meditación, aunque también meditan algunos y los que lo hacen controlan más, viven más. El sake te hace meditar, pero ya se sabe que si te pasas te lo pierdes.
Y no digo nada más porque tampoco quiero concretar nada de la película y acabo de comer un poco de pienso y me apetece tumbarme en el sofá...
Hasta otra... "adeus y au".