Lo que separa a los felinos también puede ser difuso, oscuro, paranoico o esquizofrénico... aunque en esta fotografía lo que separa a Mitsuru y Musa es un cable verde... y cierta indiferencia del uno hacia la otra y viceversa...
Cisne negro. 2010. ee.uu. 108 minutos. Mantiene la tensión hasta el puto final.
Una amiga felina me recomendó esta película hace más de un año... me lo recordó la última vez que la vi, hace ya unos meses... y al final la he visto... un peliculón... mejor de lo que me esperaba... el cine moderno aún puede hacer pensar además de entretener con un espectáculo visual...
Ver más de su director habré... al inicio de la peli no sale ni un jodido crédito, ni el nombre de la actriz principal ni nada, a excepción de las productoras, claro, con sus típicos logotipos y tal; pues eso, que según se acaba la peli que se funde la imagen en blanco y pum: Directed by Darren Aronofsky... un colega me dice varios días después que el susodicho director le mola, que son todas buenas... y otro colega coincide en que Réquiem por un sueño está guapa... habré de verlas Darren, parece que te lo curras...
La peli conjuga de puta madre la música, la fotografía, los movimientos de cámara y los juegos con los espejos para llevar de la mano al espectador absorto en ese ambiente de tensión, de perfección, de competición... el montaje hace el resto... el montaje es cosa de Andrew Weisblum, ACE; la fotografía de Matthew Libatiqui, ASC; y los encargados de supervisar la música son Jim Black y Gabe Hilfer... la música...
La música instrumental empapa toda la peli, va subiendo y bajando... también manteniendo la tensión, la música va haciendo de todo... hasta me llevé un par de sustos dentro de algunas escenas de tensión... muy bien llevada la música...
Pues si, la peli parece que va a ser lenta, sosita, sin mucha enjundia... pero pronto la prota, Natalie Portman -no sale su nombre al inicio y no logré acordarme del apellido en toda la peli, "Natalie Wood", me repetía mi cerebro, ese mismo cerebro me repetía "no, Wood seguro que no" tan solo medio segundo después; pero inmerso en la trama de los cisnes no me salía... hasta que mi cerebro me dijo "déjalo, qué más da, mira las escenas"...y así hice-... pues eso que la prota se fija en una mujer que viaja en otro vagón del metro, se le parece mucho, mucho y viste de negro... ¿qué pasará?...
Las imágenes se van sucediendo y las cosas no están claras, le pueden pasar varias cosas a varios personajes, las salidas se van acercando a su fin... el gran día se aproxima y el espectador está espectante... ¿qué pasará?... ¿qué pasará el gran día?... si, Aronofsky crea la tensión de puta madre... y Natalie llena la pantalla -pese a pasarse compungida y estreñida más de media peli no puedes dejar de mirarla-... Vincent Cassel y Mila Kunis, los otros dos protas también están de lujo, más que convincentes, de hecho hay escenas en que se nota que el director quiere que se coman a Natalie... y se la comen... Natalie empieza a dudar, ya no sabe si es ella la protagonista o se la están comiendo... ¿por qué no congenia con sus compañeros de curro?... la realidad se torna difusa... pero ¿hasta qué punto?... ¿qué pasará?...
En la relación calidad-precio tiene un ocho, es una peli cara, los actores son caros y los pocos efectos especiales que hay son de un nivel tremendo -la transformación de Natalie es un momento que se convierte en un desliz maravilloso de magia audiovisual-... pero está muy lograda, el resultado me ha triunfado... una historia moderna del mundo moderno... competitivo... seguro que en el mundo antiguo hubieron casos parecidos, pero también es seguro que en el mundo moderno son más frecuentes...
Lo único que le sobra es la pedazo de tarta que se compra en un momento de celebración... ¡¿pero dónde vas con una tarta así de hermosa para dos personas?!... ¡pero si de las dos personas, una apenas come y lo sabes!... aunque bien mirado es un ejemplo más de ese mundillo: o todo o nada, o a lo grande o nada... ¿qué pasará?...
