Musa. Una fémina actual.
Avidez de tragedia. 1932. Ee.Uu. 70 minutos. Demasiado clásica... y con lagunas...
The Crowd Roars (La Multitud Ruge) es el título original de esta película de Howard Hawks... como siempre los traductores tergiversando según les parece... es que ellos saben mucho...
Estaba flipada con James Cagney cuando me di cuenta que podía ver otra peli suya que, además, estaba dirigida por Howard Hawks, pum, me la pongo... salen los créditos y me entero de que la historia de la peli también es de Hawks, aunque el guión para la peli lo realizaron otros (supongo que guionistas de la Warner)... ante tanto talento esperaba ver un megapeliculón... y supongo que ante tanta espectativa, quedé un poco decepcionada...
Cagney se sale bastante, no me decepcionó... la verdad es que los actores se salen bastante, sobretodo él y las dos protagonistas femeninas Ann Dvorak (la inolvidable Cesca de Scarface, del propio Hawks) y Joan Blondell (quien el año anterior había trabajado con Cagney en El enemigo público de Wellman)...
Las escenas de velocidad, una de las pasiones y especialidades de Hawks, están muy logradas... Hawks fue innovador en el arte de dirigir, poniendo la camara en lugares que no se habían puesto... si se tiene en cuenta la época, se puede flipar un poco con la sensación de velocidad... además el montaje está muy guaja y apenas se notan los planos de estudio... para la época es la hostia, pero es como si Hawks se hubiera centrado en estas escenas y hubiera descuidado el resto...
¿Qué falla entonces, la historia? sí... quizá falle la versión que yo vi, de 70 minutos... quizá la censura ha ido quitando escenas... no sé... el caso es que parece que falten escenas... la historia se centra en los personajes principales y los secundarios están de relleno, como si fueran objetos con los que los protas han de lidiar pero que no son importantes, son cosas a superar... las vidas humanas no son importantes... no me cuadró pero nada...
Además las relaciones personales son demasiado antiguas, demasiado machistas y románticas... no digo que no tengan su parte de realismo, entiendo que la mujer ha sido un objeto durante milenios... pero ahora lo veo y no me mola mucho... sobretodo si lo sumo a lo que acabo de decir en el párrafo anterior, o sea: secundarios objetos + mujeres objetos = no mola mucho...
Y eso de que los locutores deportivos sólo hablen de los protagonistas tampoco me moló nada... resulta que al inicio de la peli, al final de los créditos, agradecen la participación de varios deportistas en la película... y luego va y sólo dicen el nombre de uno... en fin... algo pasa con las escenas...
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