domingo, 2 de abril de 2017

JULIANO EL APÓSTATA... Y EL UNIVERSO DE DISCURSO DE CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO COMO UNA ODA AL POLITEÍSMO.



Juliano el Apóstata. Gore Vidal. 1962. ee.uu.



Hace tiempo que quería escribir esta entrada... pero ea... el tiempo pasa y los textos no se escriben solos.

Voy al lío.


Este libro fue un regalo de Micharmut, (gracias Kike), quien, conocedor de mi idiosincrasia, pensó que me gustaría... acertó de pleno.

Yo no sabía absolutamente nada del tal Juliano, Kike tampoco me adelantó mucho, tan sólo me lo situó históricamente: siglo IV de nuestra era. Por lo que, nada más empezar, en la breve nota que Gore antepone a la novela, me molestó un poco el hecho de encontrar la frase:

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La vida del emperador Juliano se halla muy bien documentada.
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Enseguida pensé: «joder, emperador, vaya spoiler me ha hecho.» Y no andaba yo desencaminado, pues la novela está dividida en tres partes: Juventud, César, Augusto; y resulta que Juliano se pasa la Juventud sin saber cuál va a ser su destino. Mayormente tiene tres posibilidades: gobernar con cetro, filosofar con barba, morir con antelación. Conque desvelar premeditadamente que Juliano fue emperador resta intriga, y mucha, a la primera parte de la narración. No obstante, he de admitir que éste no es un libro cualquiera, la mayoría de personas no serán como yo y sabrán del estatus de Juliano dentro de la historia universal... ante lo cual no me queda más que reconocer el gran mérito de Gore por preocuparse de mantener la intriga en su hilo argumental mostrándonos poco a poco que la cuestión importante no fue que Juliano alcanzara el cargo, sino cómo y gracias a quién... de hecho, Gore inicia la Juventud de Juliano cuando éste ya está muerto, allá por el año 380 de nuestra era... la clave durante la Juventud es que Juliano, por sí mismo, no podía hacer nada, se hallaba inmerso en un entramado familiar que le impedía ser dueño de su destino.

Empero, la nota en su conjunto me resultó interesante, especialmente cuando dice:

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Sin embargo, independientemente de la singular aventura que representa la vida de Juliano, es el mismo siglo IV el que mantiene su fascinación. Durante los cincuenta años transcurridos entre el ascenso al trono de Constantino el Grande, tío de Juliano, y la muerte de éste, a la edad de treinta y dos años, se estableció la cristiandad. Para bien o para mal, en la actualidad somos en gran medida la consecuencia de lo que ellos fueron entonces.
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Estas frases me hicieron intuir que me gustaría el enfoque. Y así fue. Gore inicia la narración con las letras que Libanio le envía a Prisco. Luego me enteré de que Libanio y Prisco fueron dos filósofos que conocieron a Juliano, y que lo admiraron: el primero porque quiso restablecer el culto a los antiguos dioses, el segundo porque su postura politeísta implicaría una tolerancia religiosa no compartida por la cristiandad... pero ahora, el asunto es que la obra no está narrada exclusivamente desde el punto de vista de Juliano, sino que incluye el de estos dos personajes, lo cual me enrolló.

Y de pronto, ¡pum!, un par de mis neuronas rielaron para alumbrar a un grupo homónimo que consiguió que me preguntara: «¿un libro narrado desde distintos puntos de vista que versa sobre los antiguos dioses?»

La saga de George R. R. Martin emergió a mi teatro mental... y ya no desapareció hasta el final... de ahí el título de esta entrada.

Cuando leí los cinco tomos de Canción de Hielo y Fuego publicados hasta la fecha asumí que Martin conoce (sigue vivo, y que viva prósperos años) un buen tocho de la historia de la humanidad, sus mitos y religiones, sus guerras y batallas... imaginé que Martin había estado recopilando testimonios, historias y leyendas de multitud de épocas a lo largo y ancho de las múltiples literaturas... luego les había procurado otra disposición... de modo que había creado un mundo mágico procedente de la historia, o mejor dicho, había hecho emerger un mundo mágico del fondo de la historia... igual que los Reed y demás lacustres pueden hacer aparecer y desaparecer sus castillos en sus pantanos.

Pero no pretendo argumentar que todo lo que está en Canción de Hielo y Fuego está en la historia, y mucho menos que la mayor parte haya florecido gracias a Juliano el Apóstata. Porque no lo pienso. Además, debo máxima admiración a Martin, mucho mérito de su obra la atribuyo a su estilo. Adictivo al cien por cien. Rico. Procaz. Intrigante. Sorprendente. Y su estilo no puede ser únicamente producto de conocer la historia y el Juliano de Gore. También vive en este mundo, rodeado de congéneres contemporáneos. Las psicologías de sus personajes son verosímiles y factibles, constantemente sujetos a sus pasiones e intereses, delimitados por la infancia. Personajes alejados de la idealidad, ni blancos ni negros. Aparta su narración de la vida idílica y se acerca a los pensadores que dieron importancia a los afectos y los sentimientos humanos, y no a esa tendencia metafísica que tan pronto se convirtió en engañifa. Es evidente, y reconocido por el propio Martin, que el personaje de Meñique es maquiavélico. En general, se podría decir que la saga es mucho más visceral que otra cosa, y podría etiquetarse como maquiavélica, bruniana, spinoziana y humeana, incluso nietzschiana y darwiniana. Poco o nada platónica. Muy basada en la supervivencia innata, vital, natural. Ahora pienso que también es una obra goriana... así que de la Magia martiniana y su universo politeísta me ocuparé más adelante, primero toca Gore.


He de empezar confesando que, inmerso en la vida del emperador romano, llegué a pensar que la vinculación de la Canción de Hielo y Fuego de Martin con el Juliano de Vidal rozaba lo inverosímil... llegué a postular que era imposible que Martin no se hubiese leído la novela de Gore Vidal y la hubiese convertido en uno de sus puntos de partida... no obstante, sería superfluo y fatuo hablar de plagio... plagio no, sencillamente, algunos personajes experimentan Momentos Análogos.

Por eso quiero ocupar unos párrafos virtuales exponiendo un manojo de ejemplos de estos Momentos Análogos que hallé mientras devoraba Juliano el Apóstata [la numeración corresponde a la de editorial Edhasa, 2004.].

No obstante, antes de exponerlos he de avisar: mientras devoraba la obra de Gore fui relacionando a la familia romana de los Flavios, a la que perteneció Juliano, con la familia Targaryen... y las vinculé mediante aires de familia wittgensteinianas... muchos detalles olían a Targaryen... pero también he de reconocer que esto no es nuevo, no soy el único que piensa que Martin se inspiró mayormente en el imperio romano para crear su Feudo Franco de Valyria.

Tras el aviso y el reconocimiento, citaré el detalle que considero más evidente, sito en la página 463, cuando Juliano encuentra una obra pictórica de su tío Constantino retratado con sus tres hijos, y explica:

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[...] a sus pies, un dragón, con un venablo en un costado, se hundía en una fosa: los verdaderos dioses muertos.
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Y es que fueron los propios Targaryen, con sus decisiones políticas en los Siete Reinos, como la de encerrar a sus dragones en fosas, quienes propiciaron el declive de estos animalejos mitológicos, lo que conllevó el suyo propio.

Otro dato romano que exhuma vapor Targaryen es el mes de Targelión, que correspondía a los meses de mayo-junio... cuando se renueva el verano... el fuego... si bien, la historia de la humanidad es vasta, en ella también se halla Targelia, una fémina de la antigua Jonia que convivió con el mismísimo Pericles... entonces, ¿de dónde sacó Martin a los Targaryen, de los Flavios o de la antigüedad en general?, pues no sé, pero menuda cabeza debe tener el tipo para entrelazar tantas historias, porque no hay que olvidar que se inspiró en la guerra de las dos rosas, en la que destacaron la familia de los York (Stark) y la de los Lancaster (Lannister), ambas ramas provenientes de la casa real de Plantagenet (o Targaryenet).

El caso es que adoptando esta premisa subjetiva (Flavios similares a Targaryen) fui conjeturando que los personajes de Martin que experimentaban Momentos Análogos a los hallados en Juliano tenían sangre Targaryen.


He aquí, ahora sí, ejemplos de estos Momentos Análogos.

En las páginas 366-367, siendo ya César, cuenta Juliano:

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Como ocurre a menudo cuando tengo algo concreto en la cabeza, primero soñé con la batalla. Luego la batalla se desvaneció, como ocurre en los sueños, y me encontré en un gran salón en cuyo centro crecía un alto árbol; en ese momento parecía perfectamente natural. Pero después el árbol cayó al suelo, y noté que entre sus raíces crecía un árbol pequeño, y que éste no había sido desarraigado por la caída de su padre. «El árbol está muerto —dije— y ahora el pequeño también morirá.» Me sentí invadido por una pena extraordinaria. De pronto tuve conciencia de que a mi lado se encontraba un hombre. Me tomó del brazo. Aunque no pude distinguir su rostro, no me parecía extraño. «No desesperéis.» Señaló con el dedo. «¿Veis? La raíz del árbol pequeño está en la tierra. Mientras permanezca allí, aún crecerá con mayor seguridad que antes.»
Así terminó el sueño, y supe que había hablado con mi protector, Hermes.
Cuando le conté el sueño a Oribaso, interpretó su significado como que Constancio caería mientras yo florecería, mis raíces en el que Todo Lo Ve. Es innecesario decir que mantuvimos este sueño en secreto. Los hombres suelen ser ejecutados por sueños inocentes y el mío difícilmente podía considerarse inocente. Era una profecía.
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Al principio me acordé de Jaime soñando que estaba con Brienne al tiempo que escuchaba la sentencia de su hermana,

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Las llamas arderán mientras vivas —oyó decir a Cersei—. Cuando mueran, tú también morirás
""""...

... luego de Jojen y toda la trama de los sueños verdes... por último, de Brynden, el que Todo Lo Ve, precisamente, por estar enraizado en los arcianos; además, nadie puede saber que Bran está con él, es un secreto... pero, entonces, ¿Bran será un Targaryen que enraizará en los mismos arcianos que Brynden y crecerá con mayor seguridad que antes?... no, no puede ser... de momento la serie ya lo ha sacado de allí, por lo que difícilmente será Targaryen.


En la página 378 Juliano se encuentra cercado en el palacio de París por sus propias tropas. Son soldados galos a los que prometió no luchar lejos de su provincia, pero también soldados que prestaron juramento ante Constancio, el Augusto, y éste, a la sazón, los reclama para luchar contra los persas. Rebelión. Motín. Entonces, topé con el siguiente diálogo narrado por Juliano:

""""

—¡Atacadlos! —dijo Decencio—. Mostradles la imagen del emperador. No se atreverán a desafiarlo.
—Tenemos cuatro mil hombres en el palacio —dije—. Allí afuera hay alrededor de veinte mil hombres. Incluso un soldado sin ninguna experiencia como yo se retira ante tal diferencia...
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Y a mí me vino a la cabeza Daenerys, en la situación opuesta a Juliano, esto es, con más soldados que el enemigo, cuando parlamenta con los mercenarios contratados por Yunkai, y diciéndoles aquello de:

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Solo soy una niña que no comprende el arte de la guerra...
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Entonces, ¿Martin se basó en Juliano para el personaje de Daenerys?.

No sé. Si bien es cierto que Juliano se crió durante gran parte de su Juventud con su hermano Galo, el típico rayado de la vida, muy afín al engreído Viserys... encima, tanto Viserys como Galo no sobrevivieron demasiado... fueron Juliano y Daenerys quienes quedaron como representantes de sus dinastías... pero al meditar sobre cómo se había criado Juliano rememoré la escena en que el diácono Ecio de Antioquía le sugería, a expensas de su hermano Galo, que era a la sazón César en esta ciudad, abandonar la compañía de Máximo, un mago no cristiano... cuando se despiden, allá por la página 151, Ecio le advierte:

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Tened mucho cuidado, nobilísimo Juliano. Y recordad: un príncipe no tiene amigos. Nunca.
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Un puñado de líneas más abajo Juliano reflexiona acerca del tema:

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Después de todo, yo tampoco quiero a los demás por sí mismos, sino sólo por lo que pueden enseñarme. Todo tiene su precio.
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El asunto de la educación propició que en mi mollera emergiera el otro Targaryen, el príncipe Aegon, el tapado de Illyrio y Varys que aparece, Tyrion mediante, en Danza de Dragones. Tanto Daenerys como él se educan sin el respaldo de su familia, de modo similar a Juliano, cuyo padre fue asesinado por orden de su primo Constancio.

Cavilando sobre esto vinieron a mi cabeza los Jardines del Agua, en Dorne, sin duda lo que más me impactó de todo lo leído en la saga en cuanto a la educación.

Los herederos de las dinastías gobernantes se educan solos, sin verdaderos amigos, así las familias fomentan los lazos tribales. Como máximo se relacionan con algún otro noble de alguna casa emparentada de una u otra manera con la suya. Alguna familia hace alguna excepción de vez en cuando, pero la dinámica más frecuente es que la descendencia noble se cría apartada del vulgo, para no consolidar la empatía con gente de menos ralea... para no querer a los demás por sí mismos, sino sólo para disponer de ellos como súbditos.

En los Jardines del Agua sucede todo lo contrario, los niños crecen allí en igualdad, como compañeros, como amigos. Pero Juliano no creció en los Jardines del Agua. No. Daenerys y Aegon tampoco... ¿y Tyrion?, tampoco tuvo muchos amigos... por cierto, encontré una diminuta analogía entre Juliano y Tyrion mucho más adelante, en la página 586, cuando, siendo ya Augusto, recibe críticas por sus medidas comerciales y por su trato con el Senado, lo que más ira le provoca es una diatriba en la que se le califica de

“”””mono, enano””””

, porque recordé que Tyrion, un enano, es llamado “mono” por la plebe cuando es mano en Desembarco del Rey... a la mayoría esto le parecerá una nimia chorrada, pero para mí fue la confirmación de lo que ya sabía: «Tyrion tiene sangre Targaryen.»


En la página 385, el espíritu del guardián del estado dirigiéndose a Juliano rememora a Brynden haciendo lo propio con Bran:

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Os he observado durante mucho tiempo, Juliano. Y durante mucho tiempo he deseado que ocupaseis un lugar más alto del que ocupáis ahora. Pero, cada vez que lo he intentado, he sido desairado. Ahora quiero preveniros. Si nuevamente me rechazáis, cuando tantas voces humanas proclaman su acuerdo conmigo, os dejaré donde estáis. Pero recordad esto: si me voy ahora, no volveré nunca más.
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De hecho, la frase inicial es prácticamente idéntica a la que Brynden le brinda a Bran la primera vez que se encuentran cara a cara. Martin escribió en Danza de Dragones, Bran (2):

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Te he observado durante mucho tiempo...
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Y el resto del párrafo que he transcrito me recordó al capítulo Bran (3) de Juego de Tronos, cuando el Cuervo de Tres Ojos saluda por primera vez a Bran mientras éste sueña que cae desde las alturas y puede divisarlo todo con diáfana nitidez... es la última oportunidad que le queda al Huargo Alado para despertar tras la caída.


En la página 395 Prisco narra que Juliano leyó ante miles de parisinos la carta que le había enviado Constancio, el Augusto, concluyendo la escena de la siguiente manera:

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Cuando llegó a la parte en que se le ordenaba mantenerse dentro de su jerarquía como César, la multitud volvió a gritar, como si lo hubiese ensayado: «¡Augusto! ¡Juliano Augusto!»
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Por supuesto, enseguida me acordé de Jon leyendo la carta de Ramsay ante sus hermanos de la Guardia de la Noche. «Jon es Targaryen... —me dije—... cobra fuerza la jodida teoría de R+L=J... prométemelo Ned, prométemelo.»

Obviamente, cuando leí Juliano la serie televisiva no había alcanzado la 6ª temporada.


En la página 602 encontré una frase que me extrajo del siglo IV de nuestra era y me transportó al Universo martiniano:

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Juliano, en una maniobra sorpresa, volvió sobre sus pasos.
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«¡Igual que Bran —exclamé internamente— retornando a Invernalia para esconderse en las criptas!... entonces, ¿Juliano sí que sirvió de modelo para Bran? ¿¿¿¿Pero esto qué es????»

¿Qué ha hecho Martin con los Flavios?

No sé.

Todo indica que Bran es un Stark, como su padre. Empero, al hilo de mi premisa subjetiva, y tras el ejemplo de las raíces en el que Todo Lo Ve, surge la duda razonable de si Bran tendrá también sangre Targaryen. Lo cierto es que poco se sabe de las esposas de los Stark... ¿quién puede afirmar categóricamente que, como casa principal, los Targaryen no casaron en algún momento del pasado a alguna de sus hermanas con los nobles norteños? ¿Sería la vieja Tata? No sé, pero su cuerpo no apareció cuando Invernalia quedó asurada... siendo Targaryen le resultaría fácil esconderse durante el incendio.


En la página 610 Prisco le explica a Libanio:

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[...] supongo que tanto Póstuma como Graciano son conscientes por primera vez del gran hombre que era Juliano. Ellos viven en Galia, y para los galos después de Augusto el único emperador que existe es Juliano. Todos los que vienen de allí dicen que todavía se habla de él con temor y con afecto, que los hombres del pueblo no creen que realmente haya muerto, sino que duerme debajo de una montaña, protegido por el dragón de su familia, y que si Occidente alguna vez se encontrase en peligro, Juliano despertaría e iría a defender el Rin. Será necesario mucho tiempo para destruir esta leyenda en Europa.
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Brynden Ríos tiene sangre Targaryen, la sangre del dragón... y duerme debajo de una montaña... y es una leyenda de la que todavía habla la gente, porque se hicieron canciones sobre él: en Festín de cuervos, Samwell (2), Dareon afirma que conoce una canción sobre él que se titula «Mil ojos, y uno más».


En las páginas 665 y 666 me entero de que Hormisda quiere dar muerte por el fuego a un hombre que ha roto el juramento que tenía apalabrado en privado con él, alegando que como gran rey persa tiene el deber de hacerlo. Juliano consiente, pero añade:

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Me retiré antes de que prendiesen el fuego. Me disgustan todas las ejecuciones que no son a espada.
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En mi intelecto emergió Eddard Stark y, al punto, Jon... «Jon es un Targaryen que por educación prefiere la limpia muerte por acero»... no obstante, el apuñalamiento masivo que sufre Jon por parte de sus hermanos de la Guardia de la Noche tiene un gran parecido con el padecido por Julio César a manos de sus “colegas romanos”, y César no era un Flavio, sino un ínclito varón de la casa Julia, de ahí su nombre... ea.


Hasta aquí he tratado de mostrar que Juliano pudo servir de base para sucesos de distintos personajes relevantes... la historia narrada por Gore Vidal contiene demasiados puntos de partida para el Universo de Canción de Hielo y Fuego... quizá con la relectura se encuentren algunos más.

Ahora, un último ejemplo con un matiz diferente, pues no tiene que ver con un personaje, sino con una trama.

Página 335, pasaje narrado por Prisco:

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mientras cabalgábamos fuera de los muros de un pueblo galo vi un cementerio donde algunas tumbas estaban cubiertas con redes de pesca. Pregunté qué significaba eso a uno de los soldados nativos. «Es para evitar que los fantasmas de las madres que mueren en el parto capturen a sus hijos.» En esa parte del mundo se encuentra una gran cantidad de interesantes leyendas y espero que algún Heródoto moderno las registre antes de que el pueblo sea romanizado hasta el punto de que se olviden las antiguas costumbres.
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El ambiente descrito tiene un aire familiar al Universo de Martin: leyendas antiguas, olvidadas, que pueden recobrar su significado; pero esto es demasiado típico. Sin embargo, el detalle de las redes en la tumbas es un auténtico puntazo informativo del que el genio de Martin podría haber extraído la madeja de la que tirar para desarrollar una trama en la que fuera decisivo que existieran unos personajes cuyas madres hubieran muerto en el parto, y por esto hubieran pasado parte de su vida sintiéndose asesinos de sus madres, porque algunos familiares se habrían encargado de recordárselo continuamente. He aquí la maldición maternal. Tyrion y Daenerys... y Jon... aunque a Jon no le han llamado asesino, sino bastardo, algo muy común en este Universo de dinastías martinianas... en la variedad está el gusto.


Variedad.

Personajes variados... ¡con creencias variadas sobre los variados dioses!

El contexto de los dioses antiguos resuena en toda la obra de Gore. Pero, ¿y en la de Martin?, ¿no resuena igual?

¿Por qué insiste tanto Martin con el asunto de los dioses?, ¿qué nos querrá dar a entender con su Universo de discurso?, ¿que estamos todos paranoicos, neuróticos, locos?, ¿que la humanidad no sería lo que es sin el vínculo divino y su adlátere conceptual llamado escepticismo?

No sé. Aun así, al concluir Juliano, me dio por meditar sobre el asunto, de ahí la segunda parte del título de la entrada... una oda al politeísmo.


Pero antes de ahondar completamente en las profundidades de mi mentecata mollera, debo aclarar mi postura básica en cuanto a los dioses: «no los percibo, no interactúo con ellos, por tanto, no me importan, no me incumben. Punto final. A otra cosa, mariposa.»

Una variante de mi postura la encontré en la presente obra de Gore, página 135, cuando Máximo le dice al nobilísimo Juliano:

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[…] los dioses a los que rendimos culto nunca fueron hombres; más bien son cualidades o poderes hechos poesía para que los conozcamos.
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Es una variante elegante y absolutamente literaria, pero me tocó la fibra... entre un lector (como yo) y un personaje literario (como Máximo) suelen mediar diferencias abismales... y, pese a ello, a veces son tremendamente afines.

Sin embargo, tal y como muestra esta obra y otras muchas más, así como la sempiterna actualidad religiosa, la mayoría de personas no son como yo... las civilizaciones no han publicitado en demasía la concepción poética, sino que han sido prolijas en lo referente a dilucidar y determinar las características de los dioses, lo que ha tenido como consecuencia que configuraran el mundo en torno a ellos.


En el libro de Gore Vidal la clave principal es que Juliano pretende restaurar el helenismo, el culto a los antiguos y verdaderos dioses, como si fuera un norteño del linaje de los primeros hombres que decidiera relegar a los septones y a los sacerdotes rojos de los Siete Reinos a un segundo plano. El plan del Augusto y nobilísimo Juliano es reductible a los dos ámbitos básicos: el público y el privado.

En el plano público su postura queda evidenciada en el siguiente párrafo de la página 489:

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El 4 de febrero del año 362 declaré la libertad religiosa para todo el mundo. Todo hombre podía rendir culto a cualquier dios en la forma que prefiriese. El culto de los galileos había dejado de ser la religión del estado, tampoco sus sacerdotes estaban exentos ya de pagar los impuestos y las cargas municipales de costumbre.
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En el ámbito privado, su inclinación se capta meridianamente en las páginas 491-492:

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A fines de febrero supe, en gran medida accidentalmente, que Vecio Agorio Pretextato y su esposa se encontraban en la ciudad. Es el dirigente del partido helenista de Roma, y su esposa, Aconia Paulina, ha sido admitida en todos los misterios accesibles a las mujeres y también ha sido sacerdotisa superior de Hécate. Estaba ansioso por conocerlos.
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Juliano quiere fomentar el helenismo, el culto a los verdaderos dioses, a los antiguos dioses homéricos, los que propiciaron la edad de oro de la cultura mediterránea, la más esplendorosa, la más legendaria y fecunda. Esa es su aspiración. No obstante, Juliano convivía con sus dioses por medio de presagios y sacrificios, no interactuaba con ellos directamente, por esto, en cierto modo, me recordó a Ned Stark, ansioso en el bosque de dioses de Invernalia, deseoso de escuchar los susurros de los arcianos, sus antiguos dioses... sin embargo, en algunos momentos de poder, Juliano tiene un aire de familia con Melisandre, deseoso de servir a los dioses con sacrificios consumidos por el fuego, aunque, como he dicho, Juliano no gusta de incinerar personas... y ya puestos a relacionar, diré que quizá, solo quizá, la pretensión de Juliano se convierta en el destino de Bran, el zagal Cuervo de Tres Ojos mostrará al mundo el poder de los antiguos dioses... ¿cómo?, ¿cuál será el límite de Bran?... no sé... solo Martin lo sabe... pero Gore escribió en la página 134:

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[...] O para citar el famoso oráculo órfico del que los galileos tratan de apropiarse para su propio provecho, «Zeus, Hades, Helios, tres dioses en la cabeza de un Dios.
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Si alguien podrá meterse en la piel de los tres dragones... ese será Bran.


En la saga de Martin, por contra, lo que el lector va conociendo son distintos y variados seres mágicos, como los arcianos, los dragones y los Otros, que son considerados deidades por algunas personas... obviamente, la diferencia entre una obra y otra es abismal, la de Gore trata de ser histórica en elevado grado mientras que la de Martin es pura ciencia ficción, fantasía.

Aun así, insisto, el libro de Juliano me hizo ver analogías con la saga de Martin por todos los lados. Gore Vidal transcribe diálogos increíbles, que dan paso a escenas absorbentes, cuasi mágicas, siempre acompañadas por el hado de la tragedia, marcadas por el destino griego que ya tejieron las Parcas, determinadas por ese frío desolador que llega y se lleva todo lo que pilla. No hay distinciones. El frío son los Otros de Martin. La Muerte. La Tragedia. Hades, dios de los muertos, sacando a pasear sus hordas. Lo Inevitable. Pero no como algo de otro mundo, sino como algo que está ahí, conviviendo con el resto... los Otros son el destino al que puede verse abocada toda la humanidad... todas las razas de seres humanos se encuentran en situación de ser aniquiladas por los Otros, por el inevitable frío de ojos azules... Gore Vidal escribió en la página 648:

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Nosotros, la gente de ojos oscuros, hemos perdido el mundo ante quienes los tienen como el hielo invernal.
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En las culturas politeístas atribuían a los dioses los diferentes aspectos de la Naturaleza, de esta manera, cualquiera sabría quién era Hades y que raptó a Perséfone. La situación semestral de Perséfone, mediada por Zeus, era la que originaba las dos épocas, la cálida y la fría, la fructífera y la estéril... el verano y el invierno.

No obstante, la cúpula de los dioses homéricos reinaba desde el olimpo, esto es, desde las alturas, o lo que es lo mismo, los dioses estaban retirados, habían dejado el planeta en manos de los humanos, si bien, podían castigarlos en cuanto desearan, ya que eran inconmensurable y desmesuradamente más poderosos que los débiles mortales terrenales. Los dioses eran los padres de todo. Salvo que también existían las diosas, las madres. Esto era insalvable para la concepción griega... sin Deméter y Afrodita la cultura griega no habría perdurado, ni florecido el siglo de oro de Atenas sin Atenea.


Entonces, en el Universo de Martin, ¿dónde están los verdaderos dioses?, ¿son much@s?, ¿existe el dios uno, padre de todos?

¿Quién podría ostentar el trono de los dioses?

Parece que el único que es un particular, y por ende, uno, es R'hllor. ¿Qué hace el dios de la Luz? El tal R'hllor, Señor de Luz o dios Rojo, no aparece por ningún lado, sino sus sacerdotes rojos. De ellos no se puede decir que no sepan cantar distintas y poderosas Canciones.

Beric Dondarion y Lady Corazón de Piedra han evidenciado que la Canción de Thoros de Myr funciona... y respecto a Jon el Apuñalado, la serie televisiva ha confirmado lo que en la saga literaria no es todavía más que una consecuencia lógica.

Melisandre intercambió a Mance Ryder por Casaca de Matraca gracias a unas joyas. También le dio dos hijos fuliginosos a Stannis mediante sendos polvetes egregios. Todo aderezado de plegarias, o Canciones, a su dios.

Hay más sacerdotes rojos esparcidos a lo largo de la saga. No voy a explayarme en especificarlos, ni a ellos ni sus hazañas. La cuestión es que estos sacerdotes han dado muestras de sus poderes. Son capaces de canalizar energías y convertirlas en poderes anhelados por la humanidad: la resurrección, el cambio de aspecto, la descendencia obediente.

El objetivo de estos sacerdotes parece evidente: otorgarles a quienes creen en ellos el don de olvidar el miedo a la Naturaleza, convencerles de que existe un ser superior que está por encima de la Naturaleza y los protege.

Pero el asunto es que estos sacerdotes no se crían al amparo de un dios, sino en un templo, siendo educados con unas reglas, aprendiendo unos hechizos, unos conjuros, unas Canciones que modifican la Naturaleza. Conocer estas Canciones y las circunstancias apropiadas para cantarlas los convierte en seres mágicos, aunque a veces su Magia consiste únicamente en engañar a sus congéneres, tal y como reconoce Melisandre en su capítulo de Danza de Dragones... por lo que, además de mágicos, se les puede considerar farsantes que saben dominar, modificar y tergiversar aspectos de la Naturaleza para conseguir fanáticos que luchen y arriesguen sus vidas por ellos.

Entonces, ¿qué o quién fue R'hllor?

En mi mentecata opinión, R'hllor no fue otro que el héroe Azor Ahai. Al dios se le conoce como Corazón de Fuego; postulo que por lo de forjar su espada en el corazón de su amada Nissa Nissa. También como Señor de Luz; conjeturo que porque fue él quien derrotó al gran Otro en la Larga Noche, lo que propició la reaparición del Sol, la luz que calienta el mundo... un mundo invernal sería un mundo gris azulado y oscuro, sin Sol, sin fuego, sin sombras... lo que prevalecería con la victoria de los Otros sería un hábitat gris helado con ventolera... R'hllor fue el antagonista del gran Otro, el que no se puede nombrar, ¿por qué no se puede nombrar al Otro?, ¿porque mentarlo le favorece?, ¿porque (de manera afín a la mentalidad hebrea) en el nombre correcto de los seres se esconde el poder más sublime y si nadie conoce su nombre nadie podrá cantarle jamás su canción?, no sé... pero este invierno trae consigo a los Otros, por lo que Azor Ahai renacerá... ¿o ya ha renacido?... probablemente la saga de Martin consista en detallar el renacer de Azor Ahai, no obstante, que Azor Ahai fuera en el pasado una única persona es discutible, así como que lo sea en la actualidad... Jon, Daenerys, Tyrion, Jaime, Brienne, Bran... sí, ¿por qué no va a ser Bran Azor Ahai?, ¿por qué no pudo ser Azor Ahai un Verdevidente que vislumbró que forjar el acero con sangre era la única opción para enfrentarse contra la muerte helada de los Otros y se empeñó en llevarlo a cabo?

Azor Ahai es el misterio... pudo ser cualquiera, uno, varios, muchos... de la sangre del dragón... Verdevidente... aquel que cantó la Canción del Fuego para igualar el vidriagón y crear acero valyrio... aquel que, como Homero, nadie conoció, tan sólo se conoce su legado... y su legado consiste en una profecía: renacerá... ¿quién pudo vislumbrar que renacería sino era un Verdevidente, dueño de una sabiduría profunda como las raíces de los Arcianos?

Fuera quien fuera R'hllor, el asunto es que todavía no se ha pronunciado.


¿Dónde están los verdaderos dioses?

Por de pronto, en el universo de Martin los dioses omnipotentes no aparecen. No veo indicios de que exista un dios único que gobierne al resto de seres mágicos y no mágicos, un dios que sea causa eficiente de la inmensidad de los hechos y acontecimientos. Ni siquiera unos dioses primigenios, como los Valar de El Señor de los Anillos, de Tolkien... ¿qué se puede esperar del universo de martin, existirán los dioses, saldrán a colación como seres sin cuerpo, etéreos, intangibles, incorruptibles?

En todo caso, las gentes del Universo martiniano no se guían de modo homogéneo. No todos veneran al mismo dios. La mayoría de personajes con algo de poder social tienden a rechazar la idea de estar determinados por unos dioses controladores a la par que invisibles. Los adultos de Martin se matan por sus creencias, por sus convicciones, por sus aspiraciones, y respecto a ellas son fanáticos, son intolerantes, son radicales... pero, ante todo, caen rendidos ante los dragones.

Los dragones son un hecho. Son reales. Sangre y Fuego. Del mismo modo, Craster el salvaje tiene la conciencia tranquila porque está en paz con los que considera los verdaderos dioses, esto es, los Otros, a ellos les entrega su descendencia masculina.

Los dioses creadores / legisladores del mundo, mientras tanto, siguen sin mostrarse, sin revelar su posición y rumbo.

La saga está en un punto en que han reaparecido la mayoría de criaturas que se tenían por extinguidas, legendarias, olvidadas. Algunos personajes los nombran como dioses. En este Universo martiniano, esas criaturas tienen poderes, pero son mortales. Sam el mortífero lo demuestra. Que apenas queden niños del bosque también. Que podamos disfrutar de las escasas pinceladas sobre el crecimiento de los dragones es un tremendo puntazo que se le agradece al autor... pero, esencialmente, ha servido para dejar claro que si alguien le hubiera cortado el cuello al mismísimo Drogon mientras crecía, hubiera fallecido, también si le hubieran clavado una lanza en un ojo, porque los dragones, como cualquier ser vivo, son vulnerables... y no les favorece eso de quedarse famélicos.

Sintetizando. En el Universo de Martin, por el momento, no hay dioses todopoderosos, hay criaturas mágicas y mortales que conviven en el mismo Universo, y por tanto, interactúan.


Por otra parte está el firmamento. Durante la saga de Martin leemos que hay Sol, Luna y Estrellas... también se habla de una estrella que se llama Dragón de Hielo... pero estos astros son los mismos para todos, no influyen en los personajes.

Parece que la Magia no está relacionada directamente con los cielos... salvo por el cometa rojo que se ve durante días cuando nacen los tres dragones de Daenerys... pero, este cometa, ¿fue causa o efecto?

Martin, con su inefable estilo, ambiguo e intrigante, no deja una pista clara al respecto. Daenerys lo vislumbra la misma noche que nacen sus dragones, esto es, la misma noche que incinera a su difunto esposo en la pira... pero no aclara si lo vio antes o después.

Luego Daenerys imita su rumbo, se dirige hacia donde el cometa señala... aunque tampoco le quedaba otra dirección... pero ella lo entiende como su heraldo, el que antecede al rey a la par que lo anuncia... o sea, lo que siente al ver el cometa es en plan: “los que vean el cometa sabrán que yo llegaré después, ya que él anuncia mi llegada.”

Ella piensa que el cometa les anuncia su llegada a los demás. Daenerys ya sabe que ella misma es la ostia en verso, de la sangre del dragón, Sangre y Fuego.


En principio no favoreció a nadie, sencillamente fue un presagio, una señal, que unos interpretaron de una manera y otros de otra. Los más entusiastas de las determinaciones cósmicas podrán decir que el cometa rojo consistía en un signo de alegría que enviaba la auténtica Magia celestial a los sentineros seres terrenales para que recordaran su ínclito poder, pero, entonces, ¿por qué no se ve algún cometa rojo cada vez que nace una camada de dragones en Asshai, si en el capítulo Bran (3) de Juego de Tronos, cuando despierta del letargo gracias a que el cuervo de tres ojos insiste a porfía, queda claro que en Asshai no han desaparecido los dragones, sino que siguen amaneciendo día tras día?

Entonces, ¿influye el cometa rojo en la Magia terrenal?

¿Con qué nos sorprenderá Martin?

¿Se gestará la Magia en el firmamento?

¿Dirá que existe una razón divina, suprema, sustancial y engendradora por la que se rige todo su Universo de Discurso de Canción de Hielo y Fuego?

Quién sabe por donde irán los tiros.

Yo pienso que no. No existirá tal razón superior y exclusiva y todopoderosa que reina sobre todo. Al menos apuesto que Martin no va a explicar lo que ocurre por unos dioses olímpicos, celestiales, eternos, apartados, retirados, homéricos, capaces de lanzar rayos a mansalva y por doquier en cuanto nacen de un huevo / testículo perfecto. No. Nada, excepto el cometa rojo, hace pensar que las novelas versen sobre un plan cósmico determinado por un ser superior y sustancial que lo gobierna todo.

Más bien, como diría Spinoza, el asunto fluctúa... la Magia está retornando, recuperando su poder, renaciendo, renovándose... en clave spinoziana: la Naturaleza es la divinidad, sólo ella, sin ayuda de nada externo a ella, es mágica tratando de persistir y perseverar en ser natural.

La Magia está aquí. La Magia está viva.


Lo que me incita a pensar que en el Universo de Discurso de Canción de Hielo y Fuego ¡no hay dioses!... «los dioses a los que rendimos culto nunca fueron hombres; más bien son cualidades o poderes hechos poesía para que los conozcamos»... en el Universo de Martin, los dioses no han sido hechos poesía, sino seres vivientes literarios.

Además, tengo la intuición / esperanza de que si en el Universo de Discurso existieran tales dioses elevados, no serían relevantes para el desarrollo de las tramas.

De hecho, no me parece que la trama martiniana cuadre con ese tipo de plan determinista, engendrado completamente por un dios que escribe los destinos de los seres mortales según respira y excogita.

La Magia proviene de otro lugar. Postulo: la magia proviene del propio planeta.


Probablemente habrá que buscar entre los dioses más naturales para hallar un punto de partida en el que hubiera podido basarse Martin para configurar su ser mágico más poderoso... al acercarnos a la mitología nórdica nos damos de bruces con Odín.

Odín tiene dos lobos, Geri y Freki, que son huargos desde antes que Martin naciera. Más bien son lobos guerreros, huargos, varg, warg, lobo grande, huargo con jinete.

Odín tiene dos cuervos, Hugin y Munin... y su árbol, Yggdrasil, el árbol de la vida... ¿a quién no le huele esto a verdevidente?

Por si fuera poco, Odín es tuerto, y Martin colocó a Brynden una raíz en un ojo.

Brynden el verdevidente es la bomba... en los capítulos en que aparece encontramos los diálogos más intrigantes acerca de los dioses.

Bran (3), de Danza de Dragones:

“”””

—Solo un hombre entre mil nace cambiapieles —le dijo un día lord Brynden, después de que Bran aprendiera a volar—, y solo un cambiapieles entre mil nace verdevidente.
—Creía que los verdevidentes eran los magos de los hijos del bosque —dijo Bran—. Quiero decir, los cantores.
—En cierta forma, así es. Aquellos a quienes llamáis los hijos del bosque tienen los ojos dorados como el sol, pero una vez cada mucho tiempo nace uno con los ojos rojos como la sangre, o verdes como el musgo que cubre los árboles en el corazón del bosque. Son señales con las que los dioses marcan a los elegidos para recibir el don. No son muy robustos, y sus años de vida en la tierra son pocos, ya que cada canción debe tener su propio equilibrio. Pero cuando se unen con la madera duran mucho tiempo. Mil ojos, cien pieles y una sabiduría profunda como las raíces de los antiguos árboles. Verdevidentes.
Bran no entendía nada, así que les preguntó a los Reed.
—¿Te gustan los libros? —replicó Jojen.
—Algunos. Me gustan las historias de batallas. A mi hermana Sansa le gustan las de besos, pero a mí me parecen una bobada.
—Un lector vive mil vidas antes de morir —dijo Jojen—. Aquel que nunca lee vive solo una. Los cantores del bosque no tenían libros. Ni tinta, ni pergaminos, ni escritura. Solo tenían árboles; sobre todo arcianos. Cuando morían se hacían uno con la madera, las hojas, los troncos y las raíces, y así los árboles recordaban. Todas sus canciones, hechizos, historias y oraciones: todo lo que sabían del mundo. Los maestres te dirán que los arcianos son sagrados para los antiguos dioses, pero los cantores consideran que los arcianos son los antiguos dioses. Al morir se convierten en parte de esa divinidad.
””””

Dos páginas después, fragmento del diálogo entre Bran y Hoja:

“”””—¿Dónde está el resto de vuestro pueblo? —preguntó Bran a Hoja un día.
—En las profundidades de la tierra. En las piedras, en los árboles. Antes de que llegasen los primeros hombres, toda esta tierra a la que llamáis Poniente era nuestro hogar, pero ya en aquellos días éramos muy pocos. Los dioses nos dieron vidas largas pero no numerosas, para evitar que invadiésemos el mundo, al igual que los ciervos invadirían un bosque donde no hubiera lobos que les diesen caza. Aquello sucedió en el amanecer de los días, cuando despuntaba nuestro sol. Ahora está en el ocaso y cada vez somos menos.””””

Entonces, ¿cuáles son los motivos que incitan a los dioses a elegir, a decidir y a actuar?

No sé, pero sí sé que decir “para evitar que invadiésemos el mundo” es dar una explicación teleológica, basada en un fin, como en la cosmovisión antigua... además, Hoja recurre a una analogía con la Naturaleza, en plan Homero, que hablaba de comportamientos animales para explicar conductas humanas... lo que me hace pensar que todos los hijos Stark son Odiseos / Ulises que abandonan su hogar, y sus historias son las Odiseas que han de vivir para retornar al hogar.

Seis páginas más adelante, Brynden le explica a Bran:

“”””Los hombres viven sus vidas atrapados en un presente eterno, entre las nieblas de la memoria y el mar de sombras, que es todo cuanto conocemos de los días que vendrán. Hay mariposas que viven toda su vida en un solo día, pero para ellas, ese pequeño espacio de tiempo dura tanto como para nosotros los años y las décadas. Un roble vive hasta trescientos años; una secuoya, tres mil. Un arciano puede vivir indefinidamente si nada lo daña. Para ellos, las estaciones pasan como el revoloteo de las alas de una mariposa, y el pasado, el presente y el futuro son lo mismo.””””

¿Qué hay más divino que aquello que puede “vivir indefinidamente”?


Las novelas han avanzado miles de páginas y no hay más indicios sobre los dioses... el Hielo está repleto de Otros, el Fuego tiene como armas más imponentes a los dragones... sin embargo, por encima de todos está el Verdevidente, el que canta la Canción de la Tierra, un ser que puede meterse en la piel de otros seres e interactuar con el mundo a través de ellos.

Los dioses siguen sin aparecer en su versión más ordinaria. Martin nos presenta una visión diametralmente contraria. La única criatura que resulta ser potencialmente más poderosa que un dragón es un vejestorio, un Verdevidente, y éste no tiene nada de divino celestial, al contrario, es un mortal que mediante su arcana sabiduría ha logrado que su cuerpo interactúe con las raíces de los arcianos, ha cantado la Canción De La Tierra y ha trascendido su corporeidad... ha visto el pasado... y el futuro... ha vivido más de lo estipulado, ha modificado su destino.

El maestro de Bran guarda conocimientos milenarios, ha vivido con mil ojos y uno más, lo cuál significa que ha tenido a su disposición los ojos de los rostros tallados en los arcianos... y un ojo distinto, el de la inteligencia, el ojo de meditar, excogitar, pensar, decidir... el maestro Brynden es un fenómeno... imagino y anhelo que a lo largo de Vientos de invierno encontremos enjundia sobre el asunto... ¿quién sabe cuántas cosas hizo en su desfasada vida? y ¿cuáles fueron sus cien pieles?, ¿sería una de ellas el caballo que Tyrion monta en la primera batalla en que participa?... no sé, pero tras conocer el poder de Brynden suena tentador repasar la saga incidiendo en las actuaciones de los animales que van apareciendo... aunque no lo he hecho.

Pero, pese a ser un fenómeno, la serie ha dejado claro que Brynden sufrirá trágico final... Bran es el sucesor, el doncel Cuervo De Tres Ojos... el Cuervo Enamorado... un tullido.

Vuelta a la tortilla. Giro mortal de trescientos sesenta grados.

¿Qué mejor jinete para un dragón que un verdevidente que ya ha demostrado que es capaz de meterse en un humano?... ¿o lo de meterse en la piel de un humano (Hodor) es el preludio de entrar en el cuerpo de un Otro?

Quién sabe. El destino de Bran es un enigma que, por supuesto, no está en mis manos resolver... además, en el fondo, quien me preocupa (literariamente, claro) es Meera, que Bran se convierta en el ser más poderoso implica que sea Azor Ahai, lo que conlleva que su amada Meera muera, igual que murieron Khal Drogo, Ygritte y Shae, los amores de Daenerys, Jon y Tyrion, los tres portadores de la maldición maternal... Bran no padeció la maldición maternal, por lo que, quizá no sea Azor Ahai... y Meera vivirá... o no... quién sabe.


Sólo tengo claro tres cosas:

1ª - que el universo martiniano parece cualquier cosa menos maniqueísta... ni siquiera está claro qué es el bien y qué es el mal.

2ª – que la conclusión indeleble de la presente entrada es la que sigue: Juliano el Apóstata, pese a que yo lo haya relacionado tan estrechamente con el Universo martiniano, es por sí mismo un libro grande y verdadero, espectacular y brutal... es una obra literaria que recomiendo leer a cualquier persona actual... cristiana, judía, musulmana, científica, racional, moral, sentimental, depresiva, impulsiva, ilustrada, humanista, atea, espiritual, agnóstica, gnóstica, pagana, individualista, comunitarista, anarquista, capitalista... cualquier personica en general.

3ª - si me dan a elegir entre Libanio y Prisco, me quedo con Prisco.

lunes, 25 de julio de 2016

Juego de Tronos, 6ª temporada: emocional, bazófica, barata... y sin fuste.


La 6ª temporada ha colmado el vaso.



Vi los tres primeros capítulos y no me gustaron... «¡vaya serie más bazófica y barata!», exclamé para mis adentros... y dejé de verla.

Pero cuando se emitieron los diez capítulos quise verlos seguidos, a ver si me desdecía... medio ilusionado medio escéptico ante la información que iba a recibir, pues la sexta temporada sobrepasa en mucho los acontecimientos narrados en la saga literaria.

Vi la temporada... ea... mi opinión final es la misma que tras los tres primeros capítulos: bazófica y barata... algún pequeño subidón emocional y poco más... muchas escenas baratas y unas cuantas impactantes.

Sin embargo, no es más que una serie, aunque sea la adaptación de esa fantástica saga titulada Canción de Hielo y Fuego , por lo que prefiero tomármelo con humor.

De manera que he optado por analizar unas cuantas incongruencias de la serie que le confieren tal incoherencia que, en mi humilde opinión, la convierten en una serie barata, precipitada, previsible, que no se basa en un guión adecuado y coherente, sino un guión que resuelve las tramas a la virulé, lo que conlleva que el montaje se lleve a cabo de manera lamentable.

No obstante, antes de adentrarme en el análisis, quiero decir sinceramente que la serie se mantiene por su espectacularidad, por los momentos emocionales en los que se ven envueltos los personajes principales y, por supuesto, por el Hielo y por el Fuego. Sí, cualquier capítulo en que aparezca un Otro o un Dragón puede ser un gran capítulo... hasta ese punto puede enganchar la serie... a la peña le triunfa.

Y quiero añadir que en la sexta temporada la mayoría de las escenas son bazóficas, siguen la línea de ahorro marcada en las temporadas precedentes. Guionistas y productores son capaces de desenhebrar la historia a su antojo, con el único propósito de ventilar mucha de la trama con metraje barato en el que aparezcan dos o tres personajes charlando, a poder ser en un escenario cerrado.

Uno de los ejemplos más claros de ahorro económico se encuentra en la temporada anterior, cuando Sansa es unida a Ramsay por un guión que no tiene en cuenta que la trama de la serie nos ha mostrado que una Stark nunca podría llevarse bien con un Lannister, un Bolton, o un Frey, al igual que un Bolton jamás podría confiar en una Stark... la Boda Roja no se olvida, porque el Norte recuerda... sólo hay un camino para el Norte: elegir entre Bolton o Stark.

Obviamente, en la saga literaria no ocurre de esta manera, Sansa y Ramsay se mantienen a una distancia considerable, jamás se han visto...

Pero aparto la saga, la dejo de lado. La premisa del análisis será no comparar la serie con la saga literaria. Me centraré en las historias y cuestiones de estos últimos diez capítulos emitidos en 2016.

Vayamos con el análisis.

Winter is coming. Al final de la 5ª temporada, una de las líneas argumentativas de la serie, la de la familia Baratheon, quedaba destruida y finiquitada, incluso la hija, Shireen. A eso es a lo que voy, Winter is coming, por ello Shireen muere, porque el ejército de su padre estaba atrapado y no podría avanzar por el Invierno. La serie ya sacó el cuervo blanco en Desembarco del Rey. Por tanto se acepta que están en Invierno. Por lo sucedido con Shireen queda patente que en el Norte hace un frío del carajo y hay que tomar sopa de ajo... y más madera que es la guerra y la única opción es derretir la nieve... nieve, nieve, nieve, nieve.

No obstante, el Invierno tiene sus ventajas, la altura de la nieve sirve de colchón para que Sansa y Theon logren escapar de Invernalia... no sufren daños en la caída, corren hasta el río, lo vadean en una gran escena de Theon, que atraviesa el agua moviendo la cabeza como si fuera un pato, tras lo cual, se cobijan esperando despistar a los perros... a partir de este momento el Invierno se toma un descansito para que Theon el Calamar se pille un caballo y llegue tranquilamente a la costa oeste para embarcarse hacia sus islas natales, podría decirse que se le da bien la semana... sí, no tiene nada que echarse a la boca, el paso del caballo sería lento a causa de la nieve y, lo más importante, las noches a la interperie serían brutalmente heladas... mucho Invierno, mucho Hielo.

Lo mismo que a Theon le ocurriría a Sansa, Brienne y Podrick, tendrían que acampar al raso todas las noches de su viaje al muro, y serían más de cuatro o cinco. En resumen: Winter mató a Shireen. Pero a los protagonistas el Invierno les concede un respiro... hasta da la sensación de que son teletransportados por unos vientos favorables que no descansan entre capítulo y capítulo... en una palabra, los protas que tienen guión obtienen sus ventajas... ventajas sin fuste, pero ventajas.

Me detendré en la clamorosa ventaja de las hermanas Arena, de Dorne. Trystane Martell ha quedado viudo del amor de Myrcella, a quien acompañaba en el viaje de regreso a Desembarco del Rey con la intención de quedarse y formar parte del Consejo del Rey. De pronto dos hermanas Arena aparecen en su barco, cuando parece evidente que sigue en Desembarco del Rey... ¿cómo han subido las dos hermanas a bordo?, ¿no acabaron la temporada pasada en el muelle con la viuda de Oberyn, Ellaria Arena?

Se trata de la ventaja del teletransporte.

Otra ventaja clásica que una serie de acción no puede desaprobechar es la de las muertes y las heridas. Las hermanas dornienses también gozan de esta ventaja.

Están en escena el príncipe de Dorne, Doran Martell, con su guardaespaldas Areo Hotah, Ellaria Arena y una de sus hijas. Llega un mensajero y antes de que Areo pueda darse cuenta recibe una puñalada en la espalda... y por la sóla fuera del brazo de una dorniense, por una puñalada misteriosa y llena de amor y de justicia, el grandullón Areo, sin dos estertores siguiera, cae al suelo, ya está muerto... de esta manera tan barata resuelven la muerte de un personaje imponente, que le vaciló a Jaime Lannister, pues se podría haber enfrentado a él incluso en sus mejores tiempos. Ahí está Areo, cayendo en silencio, no ha tenido aliento ni para girarse a ver la cara de su asesina... ¡tan letal fue la puñalada!, ¡tan cargada de las ventajas con que son obsequiados los supervivientes!

Ya puestos a denostar a un personaje, a Areo le podían haber puesto un cartelito en la armadura que dijera: «no se preocupen por mí, ellas son más atractivas», o que pusiera: «ellas son chochos, y por tanto sus tetas siempre serán un reclamo, mi polla es más cara de ver», o que, con una etiqueta que se les hubiera olvidado quitar a los de producción, señalara abiertamente: «éste es el clásico personaje de color negro que tiene que morir antes o después, háganlo gastando poca pasta y menos metraje».

Por supuesto Doran, pese a ser apuñalado en el corazón, todavía alcanza a preguntar por su hijo. Areo ya está muerto, no lo puede defender. Un par de frases de Ellaria Arena, un par de planos de los guardias de Dorne, y aquí paz y después gloria. La siguiente escena es la del asesinato del hijo de Doran, el viudo de Myrcella, escena que convierte a la familia Arena en clara candidata para sobrevivir una temporada más.

Toda la trama de los Martell resuelta en el primer capítulo... aunque luego el guión se olvida de las Arena y no se conoce nada de su política hasta el último episodio... ea... bueno, también podría decir: ¡los guionistas se han lucido con la trama de Dorne, es vibrante y apasionante!

Lo mismo que con Areo ocurre con lord Roose Bolton. Roose es el Guardían del Norte porque es un tío duro, pero además es un tipo que no bebe alcohol, no prueba el vino ni la cerveza, sin embargo, pese a toda su lucidez y constante alerta, recibe una puñalada, sólo una, y se queda con cara de sorprendido, no es capaz de soltar una frase de odio o de alegría, una mínima reacción... ¡tan letal fue la puñalada!, ¡al punto de rajarle el corazón le desgarró tráquea y pulmón, y así el aliento expiró sin apenas modificar su expresión!

Efectivamente, el parricidio se resuelve con una escena barata, dos testigos se suman a los imprescindibles Bolton y ale, un personaje crucial sacado del mapa en un plis plas. La temporada es de lord Ramsay.

Lo que me lleva al punto común de la incoherencia. El guión se reduce a que los que tienen que morir son fáciles de matar. Cualquier tipo de muerte vale para quitarse de encima un personaje que se ha quedado sin historia.

Por contra, los que no tienen que morir son difíciles de matar. Esta temporada se evidencia con Arya y su enfrentamiento final con la niña sin rostro, resuelto con una escena tan barata que no se ve, porque transcurre a oscuras, porque así no tienen que rodar nada y, ¿qué hay más barato que no rodar?

Prefieren ir resolviéndolo poco a poco, usando mucho metraje en mostrar que el aprendizaje es duro y la maestra demasiado exigente, hasta que Arya quebranta las reglas y la maestra no puede tolerarlo, debe matarla. Jaqen le da su consentimiento, pero también le ordena que la mate sin que sufra. Por el contrario, la Mujer Sin Rostro le pega un tajo cerca del torso, la coge de los pelos y en lugar de rajarle el cuello, sin sentimentalismos, de manera profesional y rauda, al estilo Hombres Sin Rostro, se entretiene en pegarle unas puñaladas en el vientre, ¡como si quisiera hacer carne picada!

Es evidente, Arya es una protagonista. Tiene sus ventajas. Le quedan energías y sangre suficientes para lanzarse al canal y, buceando, desaparecer de la vista de su perseguidora, también llamada Terminator NoOne, por su forma de correr... la cuestión es abaratar: una protagonista, una enemiga y poco más.

Con Arya también se observa la ventaja del teletransporte. En el último capítulo le da tiempo de recuperarse en el viaje, desembarcar en la costa de los Siete Reinos, llegar a los Gemelos, meterse en la cocina como sirvienta, saludar a Jaime y Bron, matar a los dos hijos de Walder y hacer una empanada con ellos, por último, como si todo esto hubiera sido un plis, se queda a solas con lord Frey y se lo carga, nadie la ve, porque, claro, como ella es nadie, pues el castillo se queda vacío... o mejor, como ella aprende a mentir y le dice a la actriz de teatro lady Crane que se va a ir a Asahai, pues el espectador piensa que no va a los Siete Reinos, sino que continuará su expedición, por lo que el guión debe ser lo contrario, que aparezca en la siguiente escena en los Gemelos, como si fuera fácil llegar con todo el cisco de Aguasdulces, como si los Frey no estuvieran alerta a todos los que entran y salen de sus aposentos, pero pum, el caso es que Arya es una nadie con derecho a Invernalia, y por tanto es una protagonista, y debe disfrutar de las ventajas que ello conlleva.

Otro ejemplo de esta clase se observa en lo que escribieron los guionistas sobre el cambio de Rey entre los Greyjoy. Euron, en su presentación, aparece como un tipo temerario, se la juega en un puente oscilante, es de las pocas escenas que está resuelta de manera barata con brillantez, la solucionan con dos personajes y, encima, les queda bien. Aunque tiraron a lo fácil con el diálogo extraído de la Odisea, en el que Odiseo/Ulises narra que le atan al mástil de la nave y los marineros se tapan los oídos para no escuchar cierto canto... ea.

La trama de los Greyjoy no mejora con la escena de la Asamblea... es como si en las Islas del Hierro vivieran cuatro gatos y no dispusieran de un mal lugar sagrado al que todos puedan acudir para elegir Rey... como si los Hijos del Hierro vieran adecuado realizar la Asamblea para elegir Rey en un descampado... el resultado de la Asamblea es encumbrar a Euron como nuevo Rey, en el ínterin ha quedado claro que Euron ha ido allí con un par de huevos y sin tripulación, no dice que tiene barcos, ni algo importante o mágico que ha conseguido en sus viajes, o alguna sabiduría especial, no... tan solo quiere construir más barcos para casarse con la Reina de los Dragones. ¿?¿?¿?

Y, ¡ale!, la peña lo acepta como Rey. Pero entonces, ¿cómo llegó al puente y se situó frente a su hermano Balon?, ¿volando? La respuesta parece obvia: fue la tormenta quien lo teletransportó hasta allí.

Menuda manera barata de resolver un acontecimiento primordial.

Pero claro, los guionistas son muy listos y le dan un giro. Theon y Yara Greyjoy se piran con los barcos disponibles a la sazón y los ponen a disposición de la reina Dragón por ellos mismos, con intención de derrocar a su tío Euron. ¡Guau, cuántas aventuras y cuánta acción para los Hijos del Hierro! ¡Los viajes de Theon y Yara fueron trepidantes! A ver, ¿qué les pasó? ¡Buf, emoción en estado puro, se detuvieron en un burdel y bebieron cerveza! Luego, ya, hablaron con la Madre de Dragones... casi muero a causa de la tensión y la intriga de esta trama.

Por otro lado está la trama de Jorah Mormont y Daario Naharis. También es barata, con metraje resuelto con pocos personajes y pocos extras. Pero tiene el encanto de representar a la pareja de enamorados que buscan a su princesa como investigadores, como detectives que siguen pistas objetivas, basando su búsqueda en el conocimiento de los datos. Ser Jorah destaca en rastrear pistas. La encuentran, la ayudan, y Daenerys pone el punto emocional al darle de nuevo una orden a Jorah, una orden trascendental, que incumbe a Jorah y, además, a toda la humanidad, porque si existe algo de lo que Jorah no conozca la solución, ese algo debe ser buscado... así que Jorah inicia una nueva búsqueda, quién sabe si su camino le conducirá a Asahai.

Lo que está claro es que por momentos de este tipo da gozo ver la serie. Estos momentos emotivos, de los que es paradigmático el que ocurre entre Daenerys y Jorah, son pruebas de la grandeza de la serie, un motivo evidente de que la serie se mantendrá con vigor, enganchando a la peña.

Y una de las que más engancha es Daenerys. Es momento de analizar la gran ventaja que le han proporcionado los guionistas esta temporada.

Se hace con los dothraki tras un baño de fuego, entonces sube de nivel, lo que implica que, misteriosamente, adquiere la capacidad de comunicarse telepáticamente con sus Dragones... al menos esa es una explicación, porque no se sabe nada de cómo aprende a relacionarse con los Dragones.

Regresa a Meereen y la bahía está repleta de fuego y sangre, Drogon se pira como si nada, ella trama un plan. Salen a parlamentar mientras los barcos esclavistas mantienen el asedio, arrojando fuego sobre otra parte de la ciudad. En el momento preciso Drogon atraviesa la ciudad, justo cuando Daenerys ha dicho la última palabra alcanza a los parlamentarios y se pone a disposición de su Madre, como si hubiera pasado el resto de la jornada fumándose unos petas y bebiéndose unas birras, esperando la señal telepática de Daenerys. Ahora todo se puede resolver con la telepatía daenerysina, la cual es tan potente que alcanza a los otros dos Dragones. Les ha comunicado que deben seguirla y ellos derriban el muro de la mazmorra.

Luego ya, Dracarys. Con una palabreja basta para informar a sus tres hijos de sangre y fuego.

Ventajas.

Para concluir con las ventajas analizaremos a Jon Snow, que es el mismo que Jon Nieve.

Por supuesto, resucita. A Davos se le ocurre que Melisandre podría... y ale, metraje barato.

Más adelante llega el capítulo 9, la batalla de los bastardos, el capítulo caro y espectacular con que nos acostumbran los productores, donde Jon no está exento de estos privilegios que obtienen los protagonistas. Los minutos 48 y 49 del episodio son clave. Pero antes de llegar a ellos situemos la acción.

Desde que comienza la batalla lord Bolton lleva la delantera táctica, la dirección y el montaje se ha centrado en resaltar la mala situación en que se encuentra el ejército de Jon Nieve, principalmente a base de escenas en las que el propio Jon las pasa canutas... parece que no hay escapatoria... la muralla de escudos del ejército de lord Bolton cerca al ejército de Jon.

Entonces amanecen los minutos 48 y 49. Durante ellos la caballería del valle de Arryn rompe con soltura la muralla de escudos... a la sazón el gigante adquiere habilidades extras para ayudar a Jon Snow... así, pum, de golpe y porrazo.

Para empezar adquiere inteligencia, se hace con un escudo y lo usa como arma, con lo que puede destrozar enemigos en grupo, cosa que hasta el momento no había hecho, sino que se había limitado a desmembrar enemigos de uno en uno... ¿no sabía el gigante que iba a una batalla y portar un arma propia es lo que se suele hacer en esos casos? Ahora lo sabe... aunque bueno, ya lo sabía... estuvo en Casa Austera... pero, ea.

Acto seguido el plano nos muestra que Jon y el gigante están separados por una distancia considerable y percibimos claramente que entre ellos hay mucha gente de su propio ejército. No obstante el gigante ha adquirido la habilidad de la levitación, por lo que le resulta sencillísimo trazar una línea recta con el único propósito de situarse a la vera de Jon Nieve, puesto que no debe entretenerse en esquivar a los colegas de su ejército para no pisotearlos.

Ya está el gigante junto a Jon. Tormund acude también en un instante, pero no añadiremos nada más porque, bueno, al fin y al cabo el cómo y cuándo acuden los personajes es lo de menos. Lo relevante es que está reunida la trinidad.

El padre (el ancestral y poderoso gigante), el hijo (Jon el renacido) y el espíritu santo (Tormund el follador trascendental).

Entonces Bolton se retira tras intercambiar una miradita con Jon, que sale de plano para dar a entender que va a por él. Un plano de Sansa oteando la situación y ya está Jon corriendo hacia Invernalia.

Sin embargo, Jon ya no es Jon, es parte de la trinidad, y la trinidad debe cabalgar unida. Por eso el gigante ya no es el gigante, una nueva habilidad lo ha transformado en un jugador de baloncesto que corre en plan ganso, algo cansino, como si no pudiera ir a tope, sino tanteando el terreno, pese a que vimos en el capítulo 9 de la cuarta temporada, el de los vigilantes del muro, que los gigantes corren erguidos en plan atleta, de manera que con sus amplias zancadas se desplazan más rápidos que los humanos.

Después el gigante derriba la puerta mientras desde las almenas lo llenan de flechas. Aquí acaba la ayuda del gigante a Jon, porque lord Bolton le clava una flecha en el ojo que lo paraliza. La puntería de Bolton es fina, muy fina, pero eso ya no importa porque Jon ha entrado en Invernalia, lo que implica que Bolton debe ceder a sus encantos y comportarse de manera simple. El guión lo dice así. Por tanto, Bolton, de repente, es imbécil y ha perdido su mala idea, no es capaz ni de defenderse, es como un niñito tonto... a Jon le basta con un escudo para vencerlo... sencillamente lastimoso.

Jon llegó, vio y venció.

La simplería es todo lo contrario a una ventaja... es una desventaja recurrente de los enemigos que se hallan cerca de la muerte.

El gorrión supremos también se comporta de manera simple cuando Margaery le avisa del peligro que corren en el septo, no es capaz de reflexionar y salir de su mundo fanático para ver las cosas de otra manera. Los asistentes son retenidos por la fuerza pese a que los acontecimientos no se estaban desarrollando por los cauces preestablecidos... faltaba la acusada Cercei.

Para colmo, tras la explosión nos enteramos de que Cercei ha secuestrado a la septa Unella, aquella que le tocó los pezones con lo de «confiesa, confiesa... vergüenza, vergüenza»... nadie se ha enterado de eso, el gorrión no sospecha nada, nadie le ha informado... la legión del gorrión puede hacer caer imperios, pero no se enteran de la misa la media.

Y ya está, hasta aquí mi análisis... la temporada ha concluido... han perecido unos cuantos personajes y van quedando los esenciales.

Porque, vayamos al grano con las conclusiones, la serie tiene demasiados personajes como para ser sencilla de comprender. Los guionistas han tenido que recortar y concentrarse en las tramas de los personajes protagonistas. Con este talante, los personajes secundarios han ido apareciendo y desapareciendo. Por ejemplo Rickon Stark estaba olvidado... reaparece esta temporada para no decir una palabra, habla menos que Osha la salvaje... dos personajes que no pueden durar mucho, no tienen ventajas.

¿Qué cosas destacar de esta temporada?
1. Sale Ian McShane... y renace El Perro.
2. Daenerys voceando a los dothraki subida en Drogon.
3. La rayada de Hodor taponando la puerta. ¡Hold the door, copón! ¡Jandemor, no puedo! ¡Que sí puedes chorra, tu hold the door! ¡Odo, hold the door! ¡Hodold the door! ¡Hodor!

Hodor desaparece... no obstante, no muere en vano, se abren las posibilidades y el misterio alrededor de los poderes de Bran, ya que el joven Bran Stark ha intervenido de alguna manera en el pasado, propiciando el trastorno del joven Willis, nombre original de Hodor.

¿Hodor será la excepción y Bran no podrá modificar el pasado de ninguna otra manera? ¿O podrá interactuar en determinados momentos, como con el Rey de la Noche, que lo toca y lo encuentra? ¿O dará lugar a un final como el de Los caballeros de la mesa cuadrada, la peli de los Monty Python?

La temporada había iniciado el problema en el capítulo 3, perjuro, cuando Bran llama a su joven padre tras el combate con Arthur Dayne, ya que la voz de Bran consigue que Ned se gire, aunque no lo vea. Sin embargo Brynden, el cuervo de tres ojos, le ha estado insistiendo durante sus excursiones al pasado en que no puede intervenir en lo que ya ocurrió... no obstante, Bran interviene en el capítulo 5, el portón... de alguna manera mágica el Stark tullido participa para que Willis se convierta en Hodor, no se sabe cómo... hay debate... cada espectador lo interpreta de una manera... ¿es el destino cumplido?, ¿es el pasado ya escrito?, ¿es una pirueta de las dimensiones espaciotemporales?

El caso es que la escena de Hodor sosteniendo el portón le parece espectacular a la mayoría... efectivamente, lo fue... y, por lo que sé, parte del montaje de la escena fue llevado a cabo por gente del centro de $$$paña, en los madriles.

Pero retornemos a la escena de Arthur Dayne y desmenucémosla para apuntillar la cuestión principal de la presente entrada: la serie es bazófica y barata porque resuelve la cosas sin fuste.

En esta escena vemos que Ned Stark está buscando a su hermana acompañado por cinco colegas. Los seis son guerreros que han apoyado al usurpador Robert. Guerreros que se juegan la vida en cada batalla. Por tanto, los seis deberían ir con sus mejores galas guerreras, correctamente abroquelados. No obstante, percibimos claramente que únicamente uno lleva casco, es un casco barato, pero al menos es un casco, otro luce una especie de turbante y los otros cuatro, incluyendo a Ned y Howland Reed, llevan la cabeza completamente descubierta.

Comienza la lucha y Howland se lanza al ataque con su espada y punto, no casco, no escudo, no dos armas. Inmediatamente es herido con un tajo en el torso y observamos la carne de Howland, no porta armadura, ni cota de malla, ni coraza.

Pero, ¿no le dijo El Perro a Sansa, en el capítulo 9 de la segunda temporada, Aguasnegras, que el mundo estaba construido por asesinos? ¿Qué tipo de asesinos van a las batallas con sus peores galas, sin escudo ni armadura, quedando a merced de una desmandada flecha... o de una emboscada de cabreros?

Con estas trazas, estos seis caballeros podrían ser derrotados por un grupo reducido de cabreros que les lanzaran piedras con hondas en una emboscada... de modo que los reinos no los gobernarían los lores y sus leales caballeros, sino los cabreros, que no necesitarían acero para derrotar a los mandamases.

Por otro lado surgen otras preguntas. ¿Por qué Ned no desenvaina Hielo, el espadón familiar de acero valyrio? No sé. ¿Arthur Dayne se llama la Espada del Alba porque tiene la costumbre de clavar su espadón en el suelo para que se vea un Sol amarillo en su empuñadura? No sé, pero por la serie se conoce que no es su espada exclusiva, tiene otra que maneja igual de bien.

Pero esto son preguntas de rizar el rizo demasiado... el tema principal es que el guión dictamina que la dinámica de la serie fluctúe... de vez en cuando los caballeros de la serie acuden a las batallas decentemente abroquelados, al menos con casco y coraza... pero otras veces lo que prima es la estética, o que se distinga bien a los personajes que pelean... o, ¿yo que sé?... la verdad es que no sé de qué me sorprendo después de ver a Ramsay luchar contra los Hijos del Hierro a pecho descubierto en la temporada 4... ¿qué armadura puede ser más barata que la piel del propio actor?... ¿qué importa una armadura cuando se cuenta con las ventajas que otorgan los guiones?


PD I: ¿Y Tyrion? En la 5ª temporada fue conducido a Meereen de manera deplorable, derribando a su captor con un tirón a la cadena y pateándolo. Todo en plan muy barato y muy rápido, excepto la escena de los Hombres de Piedra, que tuvo algo de miga, aunque tampoco es que fuera cara: dos protagonistas, Tyrion y Jorah atacados por unos tipos disfrazados cuando viajaban en una barcucha. La cuestión es que esta temporada explotan su lado diplomático y político, esto es, el lado barato: unos paseos, unos diálogos y unas putas en una estancia cerrada. Poco más. Únicamente una escena con los Dragones... después de desencadenarlos y no sufrir daños el tío pasa de ellos... después de inicar la serie con un Tyrion intelectual que lee sobre Dragones... de pronto, Tyrion conoce a los Dragones y acto seguido los ignora... les coge miedo en lugar de cariño... ¿o esto será una elipsis y en la temporada siguiente sabremos que Tyrion ha pasado tiempo con ellos?

PD II: La ventaja del teletransporte que le otorgan a Varys en el último capítulo es excelsa... este personaje es importante de cojones... aunque no tenga.

PD III: Quiero despedirme con Tommen porque cuando se suicida me acordé de Delitos y faltas, la película del gran Woody Allen. Tommen Baratheon, primero de su nombre, se retira la corona y desaparece del plano, entonces transcurre un lapso de tiempo en el que se toma un momento para escribir una nota: «He salido por la ventana.»

lunes, 15 de diciembre de 2014

True Detective. Un enganche de dos días.




El conductor (en segundo plano, sin mirar a la carretera) pregunta por las creencias religiosas, el copiloto (obpiamente, primer plano, mirando al frente) responde que es ateo, filosóficamente pesimista, según sus propias palabras:

—la conciencia humana es un trágico error de la evolución, nos volvimos demasiado conscientes de nosotros mismos, la naturaleza creó un aspecto de la naturaleza alejado de sí misma, una criatura que no debería existir según las leyes naturales...

Y en el diálogo escucho: ir de la mano hacia la extinción... «yyy ¡juntos de la mano, hacia la extinción! Como cantan los Funesto Percal en tributo a Siniestro Total.» Reflexioné al instane.

—¿Y qué te hace levantarte por las mañanas? —Quiere saber el conductor, que no es tonto.



True Detective. 2014. ee.uu. 8 capítulos de cincuenta y tantos minutos. Cada temporada es un caso, con sus detectives exclusivos, y concluye... con esa premisa tenía ganas de verla... sí, triunfa... la siguiente temporada está por venir...



Tres amigos me hablaron de la serie, trataban de incitarme a que la viera:

—True Detective es lo mejor que he visto desde The wire. —Vino a decirme el primero, quien prefiere las series realistas y actuales al resto... más o menos como yo.
—True Detective engancha. —Sintetizó el segundo, a quien le gustan muchos tipos de series... hasta las que no me gustan a mi.
—True Detective es una pasada, buena-buena. —Sentenció el tercero, quien está enganchado a las series en general.

Pero yo no tenía tiempo de ver series... ni siquiera veía películas... me encontraba enfrascado en mis lecturas... tan absorbido en leer que tampoco encontraba un momento para escribir entradas sobre lo que leía... sólo quería leer y leer... información nueva, diferentes puntos de vista... pero... ¿a quién cojones le importa mi vida o mis estados de ánimo?

Muy de vez en cuando le proponía a Musa verla, pero recibí las correspondientes negativas, a Musa no le apetecía ver una serie dramática... y True Detective lo es.

Un domingo cualquiera, sin más, se lo volví a proponer... ella se animó a verla... no vimos un capítulo ni dos... vimos cuatro del tirón... y el lunes tarde-noche acabó ocurriendo lo mismo, otros cuatro capítulos y serie finiquitada.

Sí. Engancha. Ambos nos convertimos en adictos a la trama... a los gestos de los dos cracks interpretativos, Woody Harrelson (un poli corriente... con un buen pollón) y Matthew McConaughey (un poli listo, inteligente, lector, apodado El Recaudador), quienes resultan ser también productores ejecutivos... useasé, se vuelcan en el proyecto, lo clavan, lo bordan, empuñan las armas, beben, fuman, follan y disparan como de verdad... aunque Musa me dijo que Matthew sobreactuaba demasiado en sus escenas de agente veterano consultado-interrogado por la nueva horneada de agentes. El primer amigo, por contra me dijo que le encantó y le pareció mega realista. Para gustos colores...

Los colores me llevan a pensar en el director de fotografia, Adam Arkapaw, pues el ambiente acre, ocre, las panorámicas desoladoras y los detalles iluminados son mortales... no quiero estar en Nueva Orleans con las familias sanguinarias gobernando y aplicando las leyes... menuda situación...

Lo que me incita a decir algo sobre el creador, ya que es el guionista de todos los capítulos, se llama Nic Pizzolatto, y he de confesar que no lo había oído en mi vida... sin embargo el guión es brutal... según concluía el primer capítulo pensé «seguro que las familias del gobernador y el sheriff son las máximas responsables... va a ser lo típico macabro que nadie quiere aceptar socialmente... el máximo poder conlleva la máxima oscuridad.» No obstante, cuando llegó la escena en que el espectador conoce al asesino, algún capítulo después, pensé «éste seguro que tiene algo que ver, conoce a alguien, o es un mandado de los poderosos.» El segundo amigo, por contra, me dijo «Yo le dije a mi cuñao: "es ese, fijo, o uno de ellos o él mismo".»

El malo malote, aunque probablemente no el más asquerosa y repugantemente poderoso y agonías de la historia de la serie, me obliga a escribir sobre la dirección, Cary Joji Fukunaga se encarga de plasmar los ocho capítulos. Al presentarnos al rey amarillo lo hace de perfil, como lo más natural del mundo... y lleva una barba guarra de hombre dejado, feo y traspellado. Cuando nos muestra claramente que el cabrón tiene un perfil maltrecho ya no hay vuelta atrás, se avecina el último capítulo...

La travesía hasta el fallido último capítulo ha sido envidiable... y lo que he de decir llegado a este punto es que el responsable de que apareciera en mi cuerpo la adicción, el respeto y la envidia a este tremendo proyecto no fue el guión, la dirección, la iluminación ni la interpretación... no, el colofón, el extra de superioridad, lo puso Alex Hall, responsable del montaje, Editor en inglés. Sí, el montaje fue el responsable de que el enganche fuera máximo, durante muchos capítulos estuve en vilo: «¿hasta dónde va a llegar esto?... no es ninguno de los protas seguro, pero...»

Hasta que aparece el vídeo... el fanático y desgraciado vídeo que nunca debió existir... aunque me creo que exista, ése y múltiples parecidos a él... entonces lo vi claro, «el caso presente también se va a resolver... pero ¿cómo?»

De modo que, aunque el camino fuera excepcional, el último capítulo me defraudó, sólo un poco, pero lo hizo. Toda la innovación de la serie, comenzando por la fabulosa cabecera, se esfumaba con éste capítulo. Para empezar fallan los traspellados de las traducciones o los doblajes o quienes sean los que se tienen que coordinar para traducir los capítulos, éste se titula Forma y vacío (Form and void, en original)... estuve todo el capítulo pendiente de qué personaje usaba la frasecita... nada... ¿alguién la escuchó en castellano?

Para continuar... la escena de acción estuvo emocionante, lo reconozco, un martillo arrojadizo tuvo la culpa, aunque era obvio que iba a acabar BIEN. Sí, bien en mayúsculas, en sentido americano... cuando la pantalla, por fín relajada, se convierte en una tela negra opaca no tuve la menor duda de que ambos protas sobrevivirían al acto. Y así fue... no desvelo nada... la serie es innovadora, pero no puede serlo tanto... deberían haber muerto los tres que pierden sangre en la trepidante escena, al menos dos. Entonces sí que hubiera sido colosalmente dramática y me lo callaría... pero no nos olvidemos, los americanos tienen esperanza... hasta el personaje al que da vida McConaughey, el individuo más lúcidamente ataviado de existencialismo de las últimas décadas del cine y la televisión, es capaz de olvidar toda la amargura que lo ha guiado hasta la lucidez para abrazar la esperanza de una vida mejor, de un trabajo bien hecho... el Bien... Matthew, el recaudador, el brujo, el drogas, encuentra lo que necesita, no quiere morir, ni siquiera quiere pasar tiempo en un hospital, tiene fuerzas para valerse, para respirar y encarar una nueva vida... encuentra su «algo»... como tantos y tantos en la historia de l@s human@s. Sí, acaba al estilo americano. Aunque la serie no deja de ser crítica, con unos magistrales apuntes sobre quien maneja la educación en ee.uu., y por desgracia, la maneja también en europa, españa está lleno de concertados.

Aunque haya concluido la serie no he terminado de hablar... la prota femenina, Michelle Monaghan, también lo clava, es parte primordial del puzzle de la trama, su complicidad con sus seres queridos es más que palpable... ¡qué gran montaje! ¡Y que pericia en el uso de la narración! ¿A quién acaba queriendo más, al exmarido o al raudo amante? No me quedó claro si ella vuelve a ver al amante preocupada por el marido o buscando otro polvo... pero los motivos de ella quedan en el cajón de los silencios, cada uno puede pensar lo que quiera, porque lo que resalta la narración es que él no puede pensar en mantener una relación con una mujer en esos momentos, únicamente piensa en la crueldad, el sinsentido de la vida y el absurdo apartar la vista ante la oscuridad que predomina en la sociedad.

Ahora si que concluyo... con la crueldad... Musa me dijo al día siguiente de verla que lo que más le había impactado era que no enseñan el contenido del vídeo, queda en el imaginario de cada uno... sencillamente los realizadores consiguen que te imagines un final, cada cual el que le presente su cerebro, o varios, pues no es el único asesinato que se enseña en la serie. El tercer amigo me preguntó cuando le dije que ya la había visto: «¿No te recordó a las niñas de Alcácer?» Le contesté que sí, un poco, pero sólo a posteriori, pues durante la serie, los asesinatos son más individuales que colectivos... concluyó diciéndome que el gobierno español había untado a la familia del único encarcelado por el caso... y resulta que ya está en libertad... una persona acusada de participar en la utilización y el asesinato de tres menores... ¿y su familia no sufre problemas económicos?

La verdad es que no seguí el caso en su momento y no me enteré de todos los detalles, pero mi amigo parecía muy seguro de sus palabras y yo no me quito el diálogo de la cabeza... ¡jodidas familias trastornadas! ¿Qué clases de familias se preocupan por ostentar el poder?

No me guardes la simiente.




Así se preparó Musa, protegida, defensiva y abroquelada...

para disfrutar del último capítulo...




...¿se convertirá en la nueva superfelina?

¿Hará buenas migas con Cíclope... o serán enemigos?


Fdo: Mitsuru.



martes, 29 de julio de 2014

Terry. Siempre del lado de las personas... mirándolas a la cara.








Terry Colson. Lo elijo para mi equipo.



Terry es un tipo honrado, le gusta el alcohol, aunque menos de lo que le gustan las mujeres... el deporte no se le da mal, en especial el boxeo... eso sí, en lo que destaca verdaderamente, por encima de todo, es en su trabajo, es un excepcional policía, de esos íntegros, que todo el mundo quiere que haga carrera en el cuerpo, porque con tipos como él, los Mardy Gras tienen menos tiros...

Vaya... creo que... me estoy equivocando. Terry no tiene un buen ambiente en el trabajo... ¿será porque hay policías que no hacen bien su trabajo?... efectivamente...

¡Y, ale! ¡A joderse el pobre Colson!

Jodido en el trabajo, separado de la mujer, discutido con su amiga la abogada inconvivible... ¿qué le queda a Colson?... bueno, espero que eche, al menos, algún polvete con alguna...

¡Y tiene hijos!

Por lo que tiene algo por lo que vivir y preocuparse, al menos que los hijos no enfermen por dormir en una caravana en mal estado... ¿cómo pueden hablar (los gobernantes de pastel) de democracia, de igualdad, de patria, mientras permiten que las compañías construyan cosas con materiales peligrosos y nocivos para comerciar con ellas? Pero es que encima, esas cosas, el gobierno, se las compra a las compañías con dinero público y se las entrega a los ciudadanos... ¿para que enfermen?... ¿para que luego tengan que comprarse los medicamentos?... me cago en los gobernantes de pastel.

Colson acaba como acaba... esto no es hollywood...

Y espero que le vaya muy bien, porque es un gran tipo.

David Morse está escepcional encarnando al humilde y directo Terry, me cayó bien desde su primera escena... noté que iba a ser clave en la historia de la serie... estaba claro que un actor como él no iba a interpretar a un personaje terciario que apenas aparece en los diez primeros capítulos... Colson resulta ser el antagonista de Sonny en cuanto a metraje: apenas es relevante en la primera temporada, por contra en las dos últimas su historia adquiere proporciones épicas y toda escena suya es intrigante, importante y complicada. Si la serie tuviera únicamente las dos últimas temporadas, diría que Terry es el protagonista de Treme, aunque no se dedique a la músisca... pero en Treme, como en la vida, no hay un protagonista capaz de darle la vuelta a la situación definitivamente.



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lunes, 28 de julio de 2014

Albert. El tío agujas y pandereta.








Albert Lambreau. Cae mal toda la serie... pero también le coges cariño.



Todos los actores de Treme se salen, pero Clarke Peters... se metió en mi sistema nervioso con sus miradas y gestos, y se incrustó cuando lo vi tocar la pandereta... conocía a Peters por las series The corner y The wire, en las que hace un papel grandioso, pero en Treme ya... me deja sin palabras.



Albert es un indio rojo...
Albert es un hombre viudo...
Albert tiene tres hijos...
Albert curra enyesando, pero sabe de todo en general...
Albert se crió en New Orleans...

Albert vuelve a New Orleans tras el Katrina, dispuesto a recuperar su estilo de vida, decidido a mantener sus tradiciones, le pese a quien le pese... es un cabezón, de la coronilla a la planta de los pies, su mujer hace años que dejó de amansarlo... ya no hará nada por nadie, excepto por él mismo.

En la primera temporada se nos muestra claramente que Albert es una persona singular, capaz de lo mejor y de lo peor, capaz de convertirse en una bestia desbocada y capaz de luchar por los derechos de los más desfavorecidos de su sociedad.

Pero durante toda la serie, Albert es, sobretodo, un tipo orgulloso y antipático, incapaz de dialogar con sus hijos, incapaz de convivir con nadie... él va a la suya y los demás que hagan lo que quieran, pero que no lo mareen. Él ya sabe cómo se hace todo, cómo debe sonar cada instrumento y cuántas puntadas debe tener cada traje... nadie le dirá jamás cómo se toca la pandereta, ya es un semidios haciéndolo.

Ya lo han mareado bastante, ya ha pasado por muchas épocas y ha escuchado muchas promesas...

Albert es el responsable de una escena impagable:


Los psicópatas de la ciudad están buscando músicos de la ciudad que les ayuden con un proyecto financiado para construir un lugar en el que disfrutar de la música local, un lugar de referencia donde disfrutar de la música neworleana. Albert ya había sido consultado por anteriores psicópatas en anteriores proyectos. En esta ocasión (último capítulo de la tercera temporada) deja claro que él no va a participar en el proyecto porque cree que el problema de las ciudades proviene de una creencia equivocada, a saber: "que el dinero es la solución para todo".

¡Menuda escena!

Al concluir la escena me quedé reflexionando... Simons sigue en su línea (esta vez acompañado de Overmyer) de no callarse nada. ¿Dinero? El dinero es la solución para los banqueros, para los que lo producen, pues de esta forma ellos siempre podrán comprar lo que se les antoje, incluso a las personas. Es la solución que aceptan los que quieren controlar, los que quieren vivir en un mundo controlado por un mecanismo que han creado. Es la solución que logra despersonalizar a las personas, convertirlas en objetos.

Albert sabe cúales son las intenciones de esos psicópatas, construir una ciudad que funcione a base de dinero, y el que no piense guiarse por el dinero, no tendrá un sitio en New Orleans...

Albert sabe que New Orleans no se construyó únicamente con dinero...




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LaDonna. Para volverse loca.








LaDonna Batiste-Williams. Es una cabezona egoísta, si, pero ¿quién se merece lo que le ocurre?



Bueno, he aquí el personaje más trágico de la serie. Su historia es agónica, asfixiante... cruel, desesperanzadora... pero ¿es inútil o insustancial?, no, para nada.

LaDonna tiene una vida familiar enrevesada que vamos conociendo durante la serie... un familiar suyo se situa en pleno centro de la vorágine de descontrol que sufrió la ciudad con el Katrina... ¿qué le pasó?, ¿por qué no aparece?... intriga, intriga y más intriga... Simon, en su línea de The Wire, nos deja claro que los casos no se resuelven de un día para otro, los hechos pueden quedar ocultos para los familiares por el fin de sus días... ¿justicia?, no existe en sí... me cago...

No obstante, lo más desagradable de su historia no tiene que ver con ese familiar, no. Su propia historia es la más desagradable de la serie, la putean los jovencitos hasta límites insospechados. La nueva horneada de ciudadanos ya no la respetan, no son como los de antes... son más violentos... más hijos de sus pollas y más hijos de la televisión y de los videojuegos agresivos... y del poder del dinero y del sistema para encubrir la verdad.

Pero LaDonna no arroja la toalla, es fuerte y cabezona, su coño tiene mucha fuerza y no se va a quedar quieta... llegará hasta el final, seguirá fiel a sus principios y vivirá conforme a sus deseos... y si tiene que alejarse un poco de sus hijos o de su marido... pues lo hará... a ella no la doma nadie...

Es un personaje que cae mal, si... pero no es mala gente.

Khandi Alexander borda su papel de mujer difícil, con un carácter que levantaría a un muerto... aunque LaDonna no es mágica, sólo es una forma de hablar.

Conocía a Khandi por su papel en The Corner... una serie única. En ella también da vida a una mujer de carácter... parece que se le dan bien estos papeles... su forma de mirar es auténtica, sus caras de mala hostia y de "no me toques los pezones" también... los diálogos con la mujer del hermano de su marido (su cuñada) no tienen desperdicio.

Sólo había un personaje con quien se podía llevar bien... y efectivamente, así es... hasta que la muerte los separa.



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