lunes, 28 de julio de 2014

Davis McLary. Shame, shame, shame...




Davis McAlary.


Davis McAlary me pareció un gilipollas en el primer capítulo... incluso en el segundo... es un jodido pijo que va de enrollado porque puede... parece que no se percate de su impertinencia; vamos, que parece un engreido con aires de narcisismo y grandiosidad, parece un flipado que no sale de su mundo, que no se percata de que los demás tienen otras preocupaciones y necesidades...

Pero poco a poco me di cuenta de que no lo hace únicamente porque puede, lo hace sobretodo, porque es buena gente... y sin darme cuenta se convirtió en el "puto amo", un tipo encantador, con unos valores y un humor dignos de los mejores caracteres humanos, una persona íntegra, que piensa en hacer cosas para ayudar a los más desfavorecidos, en plan altruista, capaz de sacrificar sus intereses económicos. Si, si, estás leyendo bien, Davis es una persona, de esas que no tienen como su prioridad hacerse rico, sino vivir en un entorno feliz.

Para ello hace lo que mejor sabe hacer: ser él mismo e intentar mantener su puesto de trabajo como locutor en la emisora de radio de New Orleans.

Durante la serie va llevando al estudio de la radio a varios músicos (todos los que puede, pues a su jefe no le mola mucho su estilo), el resultado es grandioso... grandes escenas nos proporciona de este modo Dj Davis, sí, en especial Shame, shame, shame... sin embargo, las escenas que más recordaré de él son las que nos muestran su forma de ser:

  • Poniéndose ciego de buena mañana con los colegas...
  • Conduciendo su coche por las maltrechas calles de su querida ciudad...
  • Ensimismado con sus proyectos altruistas, hablando con quien haga falta para conseguirlos...
  • Arreglando como buenamente puede las maltrechas calles de su querida ciudad...
  • Pilotando un bicicleta a dos pedales, como las bicis de toda la vida... aunque quede para hablar de un proyecto super importante con un especulador que acude a la cita con un cochazo alquilado...
  • Recordando que nadie arregla las maltrechas calles de su querida ciudad...

Gracias Steve Zahn, por lograr una gran actuación interpretando a Davis McAlary.

Y como hace mucho que vi la serie, y hace mucho que quería escribir sobre ella, de pronto me he dado cuenta de que ya escribí algo sobre Davis, así que pongo los dos escritos... porque puedo y porque Davis se lo merece... ahora el segundo escrito:


Davis. Dj Davis pa los colegas.

«¿Este tío es gilipollas?» Pensé en los primeros capítulos de la serie.

Sin embargo, según fueron transcurriendo los capítulos pensé: «¡Este tío es un crack!»

Al final de la primera temporada te das cuenta que es una de las principales de la serie... de las personas principales de la serie... Davis es, ante todo, persona. Después, neworleano. Por último, músico y dj.

Su vida sentimental se merece una entrada completa, que no escribiré, así que no me detendré en las hipótesis sobre el éxito de Davis. El caso es que triunfa, pese a vivir sin un plan establecido.

Vive siguiendo sus impulsos, va a donde le lleva la música... pero por el camino, deja vivir a los demás, nunca piensa con malicia, va de frente a hablar con quien haga falta... este estilo de vida le sirve para llevarse múltiples collejas. La vida no funciona al ritmo de Davis.

¡Qué pena! Me imagino a la peña viviendo al ritmo de su canción «¡Shame, shame, shame!»... y me mola la imagen mental que surge en mi cabeza.

De modo que Davis se va poniendo duro con quien lo trata mal... aunque es tan buena persona que nunca deja de tener pensamientos positivos, ni creatividad para comenzar nuevos proyectos... lo que le lleva a conocer más gente... y seguir recibiendo collejas.

Tiene un colega muy auténtico, melenudo, tirando a feo... cuando se juntan se ponen hasta los ojos de birra y marihuana. Con tal panorama, los capítulos avanzan y su relación no conduce a nada productivo... pero cuando aprece el producto que prepara el colega... ¡es brutal!... ¿inmejorable?

Y no me puedo olvidar de la anécdota de la conducción. Davis tiene un carro clásico, con el que recorre las calles de su maltrecha ciudad... y del asfalto no te puedes fiar (... de repente, al escribir, me he sentido como en una canción de Los Suaves... ¡normal, soy un felino!...)... Davis se topa con varios baches... de uno se hace colega... ¡grandes escenas!

Un colega al que le recomendé la serie compartió conmigo una gran reflexión que tuvo sobre Steve Zahn: «Si tuviera que hace una película de Los Simpson con personas reales, Davis haría de señor Flanders.»





Volver a la tabla de Treme


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios varios o escasos